Estamos en año electoral, quedan aproximadamente 2 meses. Desde la renuncia de Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris va recuperando terreno y dependiendo de las encuestas en varias se ha situado en cabeza. Con expectativas tan ajustadas los electores más indecisos, entorno al 20%, hacen que cualquier pronostico revista mucha complejidad. El resultado final y las variantes dictarán el resultado sobre los mercados financieros, principalmente la bolsa. Como inicio las condiciones macro y micro no están como la victoria de Trump en 2016.
Desde el susto del mes de agosto y la impecable recuperación de los índices, el que paradójicamente ha tenido un comportamiento más débil ha sido el Nasdaq. No debería ser motivo de pánico porque es un índice con valoraciones muy ajustadas a PER 2025 de 23,32x y con una rentabilidad por dividendo de 0,89%.
Insistiendo en el riesgo que conlleva la concentración de un índice, recordamos que los 10 principales valores del Nasdaq 100 son:
- Microsoft 8,5%
- Apple 8,15%
- Nvidia 7,62%
- Amazon 5,14%
- Meta 4,51%
- Alphabet 2,71%
- Costco 2,58%
- Tesla 2,38%
- Netflix 2%
- AMD 1,92%
Estos 10 valores representan el 45,51%, entre ellos se encuentran los 7 magníficos que pesan el 38,86% y cuyo PER 2025 es aún más elevado que la media 26,72x.

Obvio es, que es un índice caro vs su media histórica. En los últimos 10 años, excluyendo la época del Covid que supuso variaciones inesperadas en la rentabilidad de estas compañías, hoy estaríamos hablando de máximos históricos.
Si en el ámbito fundamental somos conscientes de las valoraciones, el aspecto técnico también ofrece dudas muy considerables. El inicio de la teórica corrección es el 4 de agosto, que técnicamente se desplazó hasta las primeras medias móviles representativas en mensuales de la MA-13 (media móvil de 13), está siempre ha sido una zona clásica de rebote. Si la corrección fue llamativa por su rapidez, no es o no lo será relevante hasta que vulnere los altos del año 2021, que es 16700. Si este fenómeno técnico no sucede, debemos considerar lo que está sucediendo un movimiento lateral que dará paso a nuevos máximos. Para los inversores más agresivos, es obvio que los primeros niveles para observar como soporte es el 17300, bajos del mes de agosto del 2024, que casualmente coincide con la MA-13. Por arriba, sólo es relevante los máximos anteriores. En las estructuras a largo plazo, la pérdida de los altos de noviembre de 2021, si nos obligara a replantear la tendencia alcista y las ondas de Elliot que la han conformado, esto será si vulneramos los bajos de 17300.