Irse de vacaciones

Twitter
LinkedIn
Facebook
Telegram

Cuando hablamos de las vacaciones es fácil acordarnos de todos los tópicos que rodean a estas fechas: Desde quién se queda con la suegra, el cállate niño o todo esto no cabe en el coche. En los mercados financieros también se manejan sus propios tópicos, con sesiones de poco volumen, donde la repercusión de los acontecimientos se puede amplificar.  Viendo las rentabilidades que están ofreciendo los mercados de riesgo y la tranquilidad con la que los inversores en términos generales descuentan los muchos acontecimientos venideros, parece que tendremos unas vacaciones tranquilas.

 

Podría no suceder así porque aparentemente el 1 de agosto empezaría la aplicación de los aranceles, pero ya se está descontando nuevos cambios de criterio como lleva sucediendo hasta ahora.

 

Aunque el crecimiento global está dando muestras de cierto debilitamiento desde el inicio del año, los índices bursátiles siguen cerca de máximos o en máximos, gracias a una combinación de políticas monetarias laxas en Europa, y con un sentimiento parecido, aunque todavía se mantiene en términos de expectativa y no de realidades en Estados Unidos, junto con una masa de inversores valientes e incluso en palabras de algún analista, temerarios.

 

Desde principio de año, los cambios de opinión de Trump sobre la nueva política arancelaria, cuya implementación sigue sin ser aplicada hasta sus últimas consecuencias. Este tema no es baladí porque afecta directamente a los costes y se desconoce el efecto que pueda llegar a alcanzar ante la temida inflación.  El dato de inflación publicado en junio fue ligeramente al alza en el interanual 2,9%, mientras que el headline se redujo una décima hasta el 0,3%.  Esta cifra en combinación con los datos de empleo y las ventas retail dan poca credibilidad a una economía en contracción, con precios contenidos, si añadimos a la animadversión de Trump hacia Powell y su tendencia a inmiscuirse en cualquier ámbito de gobierno, las sorpresas creemos que están garantizadas.

 

A pesar de las cifras oficiales, lo que sí se traslada por los datos de confianza de los consumidores, intenciones de voto o declaraciones en general, los particulares viven en una sensación constante de pérdida de riqueza.

 

El inicio de esta segunda parte del año va a poner a prueba la distancia entre la economía de los activos y la economía real. Será interesante ver el outcome de los aranceles, la reacción de los países afectados, por no hablar del incremento de la tensión geopolítica. Por todo ello, el inversor debe ser consciente de riegos como:

  • Un potencial shock en el consumo por efecto de los aranceles y como consecuencia sus efectos en los resultados de las compañías
  • La depreciación del dólar
  • Los riesgos que hay en los bonos de larga duración en este momento
  • Unas valoraciones ya exigentes en estos niveles
  • Y un posible incremento de la volatilidad

 

El activo financiero por volumen más importante son los mercados de renta fija.  Y es donde hemos detectado algunas señales poco halagüeñas. En el caso de los bonos americanos, las rentabilidades a largo plazo, con el 30 años por encima del 5% y un 10 años acercándose al 4,5%, compiten seriamente con las rentabilidades vía dividendo de la bolsa, cerca de mínimos históricos, en el 1,30%. Es particularmente interesante, la reacción de los tramos largos a pesar de los movimientos en la parte más corta de la curva. El ejemplo más claro es Europa, donde el bono alemán a 30 años ha pasado de 2,60% a 3,24%, al unísono que el BCE ha recortado cuatro veces los tipos de interés. Es posible, que el presidente Trump se encuentre con una situación similar, aunque consiga que la FED reduzca los tipos de interés a corto plazo.

 

A pesar de estas señales, está instalado un mantra de complacencia entre los activos de riesgo, una opinión generalizada donde lo bueno es bueno y lo malo también es bueno. En un primer término porque la economía no está tan mal o bien porque implicaría una bajada de los tipos de interés.

 

Los indicadores de sentimiento inversor hablan de un posicionamiento extremadamente favorable que en otras ocasiones ha generado correcciones. Europa sigue siendo un mercado interesante, aunque el gap que mantenía con Estados Unidos se ha reducido en gran medida.

 

Si en los mercados de bonos ya tenemos señales de aviso, el otro gran mercado son las divisas, que están teniendo vaivenes muy significativos. La devaluación del dólar , que es aproximadamente un 15%, ha puesto a los inversores no americanos en el límite de las pérdidas y no debemos olvidar, que cualquier devaluación implica una importación de inflación que si debemos asumir incrementos de precios por los aranceles, tensionará toda esta ecuación.

Gráfico 1: Dollar Index spot, elaboración propia Fuente: Bloomberg

 

En cualquier caso, si se respetan los altos de 1,17-1,18, podríamos hablar de un rango de precios 1,10-1,15 que quitaría presión.

 

Las materias primas no han escapado a la incertidumbre. El petróleo, ha sufrido convulsiones a ritmo de bombardeos, amenazas, reducción de producción y la anteriormente sensación de reducción del consumo. La intervención ya sea física o verbal de los gobiernos han supuesto que de los $80 a los que alcanzó el WTI nos encontremos en precios cercanos a los $65. En cualquier caso, el nivel de 55$ es clave ya por debajo de esos niveles no interesa a nadie porque los costes de extracción se comen el beneficio. Otro activo estrella y poco comentado, ha sido el Uranio, promocionado por las políticas energéticas del presidente americano y la tensión geopolítica.

 

Mención aparte son los metales preciosos que se debaten en opiniones entre es demasiado tarde para entrar en el mercado o dadas las circunstancias todavía tienen recorrido. Nosotros seríamos prudentes a estos niveles.

 

Podríamos desearles unas felices vacaciones y habernos ahorrado los comentarios anteriores, pero consideramos que un repaso frio y objetivo de estos primeros seis meses, donde en algunos índices y valores los beneficios acumulados son considerables, es importante tomar una visión desde la distancia.

 

Conclusiones:

En Renta Fija seguimos esperando a que se aclare el panorama para incrementar duración. En Renta Variable, a diferencia del consenso, seguimos positivos en Europa, aunque le otorgamos un recorrido menor. Y seguiríamos en un peso bajo en la bolsa americana. Mantenemos la exposición a China, algo que tampoco gusta por norma, y pensamos que podríamos ver una corrección del dólar a niveles de 1,15-1,10, rango inferior. Nos sigue gustando el uranio, y el oro y la plata con mucha prudencia.

 

 

¿Te gustó este Post? Compártelo en tus Redes Sociales
Twitter
LinkedIn
Facebook
Telegram

 


Soy un apasionado del mundo financiero y de la cocina

Search

Autor: Alfonso Escárate

He trabajado en el mundo financiero para empresas muy importantes y a parte me encanta la cocina, por lo que intento aportar un granito de arena.

Comentarios del post - Anímate y cuéntame qué te ha parecido

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *