FRENTE AL PROGRESISMO, LIBERTAD

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Nuestro gobierno nos anunció ayer la intención de reducir la jornada laboral de 40 horas a 37,5 horas. Parece que no va a pactar con los empresarios y sí con los sindicatos.

Lo primero que debemos aclarar, qué es un empresario en España. Un empresario no es Iberdrola o Telefónica, un empresario es alguien que decide desarrollar una idea y que se juega su dinero y su prestigio, ya que si sale mal le perseguirán hasta que pague la última deuda contraída con los bancos, hacienda, la seguridad social… y estará denostado de por vida.

Ahora vamos a ver por qué este gobierno progresista decide reducir la jornada laboral y para ello vamos a poner un ejemplo: Tenemos un negocio que abre 12 horas diarias de lunes a viernes y 10 horas sábados y otras tantas el domingo. En total, tenemos un negocio abierto 80 horas semanales, esto puede ser un bar, una cafetería o un servicio de asistencia de software para empresas… En la actualidad tendríamos contratadas dos personas a 40 horas semanales con un salario digno.

Si se aprueba la jornada de 37,5 horas, esto supone que tengo 5 horas sin cubrir y aquí puedo hacer dos cosas:

  1. Contrato a una persona por esas 5 horas, lo cual no creo que sea muy interesante porque más allá de las capacidades del empleado, supongo que no será muy atractivo para esa persona, o
  2. Cerrar esas 5 horas, con lo que la productividad se me va a la porra, otro mito.

Sin embargo, sí que puedo tomar otra decisión, y creo que por aquí es por donde va este gobierno progresista; puedo contratar a una persona más (lo cuál reduce el desempleo), pero la contrato por 20 horas y las personas que tenía contratadas por 40 horas (ahora 37,5 horas), las paso a pagarles por 30 horas. De esta forma, tengo el negocio igual de atendido, hay una persona menos en el paro, pero tengo 3 salarios precarios que seguramente necesitarán ayuda de Cáritas que, por si no lo saben, por primera vez está ayudando a personas con trabajo porque no llegan a final de mes.

Si en vez de regular, dejamos que empleado y empleador tengan libertad de negociación, seguramente incrementemos la productividad, reduzcamos las ayudas de Cáritas y habrá salarios más dignos. El progresismo es progresar y crecer, no regular. La libertad suma (+), la regulación resta (-).

Frente al progresismo, libertad.

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Soy un apasionado del mundo financiero y de la cocina

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Autor: Alfonso Escárate

He trabajado en el mundo financiero para empresas muy importantes y a parte me encanta la cocina, por lo que intento aportar un granito de arena.

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